Hace unos pocos días, un equipo de científicos detectó y midió los vientos más rápidos que se han visto hasta ahora saliendo de un agujero negro de masa estelar. Según la información provista por la NASA, los agujeros negros de masa estelar son los que se han formado después de que colapse una estrella masiva. El tamaño de estas estrellas es entre cinco y diez veces más grande que el sol y, sin duda, el descubrimiento de éstas, ayudará a entender con más facilidad el porqué de unos vientos tan veloces en el espacio.
El agujero del que vienen estos vientos se llama IGR J17091, y se localiza en un saliente de la Vía Láctea, a 28.000 años luz de la Tierra. Este agujero tiene un tamaño relativamente pequeño, por eso, los científicos y astrónomos de todo el mundo han encontrado sorprendente el hecho de que pueda concentrar vientos tan veloces, que normalmente, sólo se ven en los agujeros negros gigantes. El agujero IGR J17091 tiene así, un rendimiento por encima de su tipo.
Contrariamente a la creencia popular de que los agujeros negros devoran la materia a su paso, el material cercano al agujero negro es expulsado por estos vientos lejos del agujero… ¿ante qué clase de vientos espaciales nos encontramos?, se preguntan los científicos ahora.
En mi opinión, esta noticia es relevante para el mundo ya que los científicos no conocen aún las dimensiones y capacidades de estos vientos, que podrían, quizás, llegar a modificar la vida en nuestro planeta, pues son capaces de llevar a cabo fenómenos extraordinarios. Por eso, encuentro de especial importancia su análisis y estudio, que podrían ayudar a prevenir futuros daños a la población espacial.
Por: Consuelo Morcillo.
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