Un equipo de investigadores estudia la física del movimiento que sirve a los perros y otros animales para sacudirse el agua. Un posible resultado práctico de esta línea de investigación es mejorar la eficiencia de las lavadoras, las secadoras y otras máquinas por el estilo.
Los resultados de esta investigación podrían conducir a la creación de tecnologías que aprovechen esta capacidad eficiente y rápida de secado que ya ha desarrollado la naturaleza.
Los investigadores del Georgia Tech constataron que los animales oscilan a frecuencias cuyo valor es suficiente para expulsar las gotas de agua, y que la frecuencia de las sacudidas está en función del tamaño del animal.
Cuanto más grande sea el animal, con más lentitud se sacudirá para secarse. Por ejemplo, un ratón mueve su cuerpo a razón de 27 sacudidas por segundo, en tanto que un oso pardo lo hace a unas 4 sacudidas por segundo. Con esa velocidad de movimientos, los mamíferos más pequeños pueden experimentar una fuerza de aceleración y desaceleración equivalente a más de 20 veces la fuerza de la gravedad terrestre.
Los mamíferos con pelaje, a diferencia de los humanos, tienden a tener una piel flácida, que se agita en todo el animal cuando éste cambia de dirección bruscamente en sus movimientos. Esto es crucial para sacudirse con eficiencia el agua, e indirectamente también resulta vital para una adecuada conservación del calor corporal.
Hecho por: María del Mar de la Cruz Sánchez
Bibliografía: www.amazings.com/ciencia/fisica.html
Comentario:
He escogido esta noticia porque me ha llamado la atención que de algo tan común y simple como es que un perro o cualquier otro animal, se consigan nuevos experimentos que hacen que nuestra vida sea más fácil. Y que permiten como, por ejemplo en este caso que a través de la observación de la sacudida de un perro se puedan desarrollar o mejorar inventos previamente inventados como son la lavadora, la secadora, etc., electrodomésticos que usamos diariamente y que son muy útiles.
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